¡Una buena noticia para la salud de nuestros niños (y también la tuya)!
- Dra. Carmina Flores
- 28 jul
- 3 Min. de lectura
Kellogg eliminará los colorantes artificiales de sus cereales infantiles
Esta semana leí una noticia que me dio alegría genuina como médica, como madre… y como ser humano comprometido con el bienestar de las familias:
WK Kellogg, la empresa detrás de cereales como Froot Loops, Corn Pops y Apple Jacks, eliminará por completo los colorantes artificiales y sabores sintéticos de sus productos infantiles.
Fuente:
Como especialista en inmunonutrición, esta noticia me confirma que vamos por buen camino. Por años hemos hablado del impacto que los aditivos alimentarios pueden tener en la salud del sistema inmune, especialmente en niños. Y hoy, ver a una empresa de esa magnitud dar un paso hacia lo natural, es motivo de celebración, pero también de reflexión.
¿Por qué nos debe importar esta noticia?
Aunque a simple vista parezca un tema de “colores y sabores”, en realidad tiene mucho más fondo. Los colorantes artificiales son sustancias químicas utilizadas para hacer que los alimentos se vean más atractivos, especialmente para el público infantil. El problema es que no aportan valor nutricional y, en algunos casos, pueden generar reacciones negativas en el organismo.
Estudios científicos han relacionado ciertos colorantes con:
Alergias alimentarias.
Hiperactividad o problemas de conducta en niños.
Inflamación intestinal y alteraciones en la microbiota.
Carga tóxica para el hígado, riñones y sistema inmunológico.
¿El sistema inmune lo resiente? ¡Por supuesto! Porque cada sustancia que entra a nuestro cuerpo pasa por un filtro biológico. Si este filtro se sobrecarga de compuestos artificiales todos los días —a través de cereales, jugos, galletas, refrescos y otros productos—, eventualmente se debilita.
Lo que consumimos impacta directamente a nuestras células
No es exageración: cada decisión alimentaria puede ser un ladrillo para construir salud… o para erosionarla.
Por eso, cuando las grandes marcas comienzan a escuchar las voces de padres, médicos y expertos en nutrición, se abre una oportunidad de cambio más amplio. La transición hacia lo natural, lo limpio, lo menos procesado… no es una moda, es una necesidad.
Y aunque este anuncio de Kellogg aplica por ahora en mercados como Estados Unidos, marcará tendencia global. Es un punto de partida.
¿Qué puedes hacer tú como paciente o padre de familia?
Hoy te invito a hacerte consciente de lo que pones en tu plato y el de tus hijos. Aquí te comparto tres acciones simples pero poderosas:
1. Aprende a leer etiquetas
Un buen hábito de salud comienza en el supermercado. Si ves nombres complicados, códigos o colorantes como “amarillo 5”, “rojo 40” o “azul 1”, lo mejor es dejarlo en el estante.
2. Prefiere alimentos reales
Frutas, verduras, cereales integrales, nueces, legumbres… son coloridos por naturaleza y no necesitan aditivos. Regálale a tu cuerpo lo que realmente sabe aprovechar.
3. Educa con el ejemplo
Los niños no solo comen lo que les damos, sino lo que ven. Si ellos te ven cuidando tu salud, leyendo etiquetas, rechazando productos ultra procesados, lo normalizarán. Y eso vale más que mil palabras.
Una decisión empresarial… que puede salvar millones de células
Como profesional de la salud, sé que no es fácil cambiar hábitos alimenticios de un día a otro. Pero cada paso cuenta. Y si las grandes industrias empiezan a adaptarse, también es momento de que nosotros lo hagamos desde casa.
Celebro esta noticia no solo como médica, sino como mujer que ha visto en consulta a cientos de pacientes —niños, adultos, adultos mayores— mejorar su energía, su digestión, su estado de ánimo y su inmunidad solo con mejorar lo que comen.
Y me llena de esperanza pensar que un desayuno tradicional como un tazón de cereal puede transformarse, no solo en sabor, sino en su impacto para la salud.
En conclusión:
La verdadera salud no empieza con una pastilla. Empieza con lo que decides poner en tu plato. Y decisiones como esta —eliminar colorantes artificiales— son pasos reales hacia un futuro donde lo que comemos no nos enferme, sino que nos fortalezca.
Con cariño y compromiso por tu salud
Dra. Carmina Flores
Experta en Inmunonutrición
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